Esta preciosa película, está inspirada en hechos reales que sucedieron en Francia, a finales del Siglo XIX.
Maríe, la protagonista es sorda y ciega y se comunica con el mundo de una forma rudimentaria, usando el tacto, el olfato y el gusto.
Jean-Pierre Ameris, nos hace caer en la cuenta de la importancia de las palabras. Son muy importantes en la comunicación y forman parte inseparable de la inteligencia.
Como dice Antonalva en filmaffinity "En verdad esta película trata del amor, de sus múltiples e insondables
ramificaciones, de cómo el amor nos ilumina, nos reconforta, nos
convierte en mejores personas y da sentido a nuestra existencia. Sin
amor no somos nadie y a través del amor nos redimimos y trascendemos.
Pero del amor más allá de lo carnal, de lo trivial o del tópico
mercantilista."
La monja profesora de la protagonista, consagra su frágil vida, a conseguir que pueda aprender a comunicarse, mediante las palabras. Pero no nacemos con el don de la palabra y además podemos perderlo antes de abandonar esta vida.
Un cordial saludo
S. José
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