domingo, 29 de noviembre de 2015

Nadie quiere la noche

Esta película de la directora española, Isabel Coixet, merece la pena ser vista.

La actuación de Juliette Binoche, en el papel de Josephine Peary, es en mi opinión, magistral. La de Rinko Kikuchi, actriz Japonesa, en el papel de la esquimal Allaka, es también memorable.

La película aborda grandes temas como:  el rol de la mujer, la maternidad, la soledad, las diferencias sociales y raciales, el racismo y el amor; con una perspectiva intima, desde el interior de una cabaña o un iglu.


La blancura y luminosidad del  día ártico, contrasta, con la oscuridad de la noche. Al mismo tiempo, la prepotencia, la soberbia, el egoísmo, los celos y la envidia, dejan paso a la comunicación humana, a la ayuda, a la entrega, al sacrificio y al amor puro.

El final ha sido criticado, pero en mi opinión, una buena película no tiene final y los protagonistas seguirán vivos, mientras perdure el recuerdo de ellos, a la espera de que termine la noche.

Un cordial saludo

S. José