sábado, 1 de octubre de 2011

El miedo al cambio

Recientemente tuve la ocasión de asistir a una conferencia de Pilar Jericó, sobre el miedo al cambio, relacionado con el mundo de la empresa y que evidentemente apela al cambio de las personas, ya que toda organización o empresa, es ante todo un conjunto de personas.

Pilar decía "Se puede ser victima de las circustancias o protagonista del cambio". Me sentí muy identificado con esa frase. Evidentemente yo he escogido la segunda opción.

Coincido con Pilar, cuando afirma que a veces es más interesante trabajar en la superación de los miedos, que incidir en la motivación. De hecho pienso, que si sabemos manejar nuestros miedos interiores, podemos utilizarlos, como elementos que nos ayudan a la acción y a la superación personal y profesional.



El problema es cuando el miedo nos paraliza. En este caso, podemos necesitar la ayuda de un especialista, que nos ayude a salir de nuestro circulo interior de miedo.

Otra frase que escuché en la conferencia fué: "Cuanta más confianza en uno mismo, menos miedo". Desde mis creencias interiores, está frase necesita ser cuanto menos matizada. Ante un proceso de cambio o crisis, no debemos dejarnos dominar por el miedo. Podemos "utilizar" el miedo como un elemento de motivación. Debemos poner todo nuestro empeño en superar con éxito, el proceso de cambio. Pero pueden existir circustancias en nuestra vida personal o profesional, que sin un sentido trascendente de la vida, dificilmente podremos superar, como por ejemplo: la muerte de un ser querído.

Toda crisis o cambio es una oportunidad de superación personal y profesional, donde los miedos pueden convertirse en nuestros aliados, pero no habremos superado el proceso de cambio, hasta que estos desaparezcan.

Resuenan en mi mente la palabras del Papa Juan Pablo II : "No tengaís miedo"

¡No tengáis miedo a abrir de par en par las puertas a Cristo! Esta expresión es, posiblemente, uno de los gritos más esperanzadores y revolucionarios del mundo contemporáneo, que se debate entre la angustia y los miedos hacia los monstruos que él mismo ha creado: la guerra, la cultura de la muerte, la pérdida de la dignidad humana...

Un cordial saludo

S.José